Los bebés de alta demanda son pequeños que mantienen muy ocupados a los adultos que los cuidan. Así mismo, son activos, curiosos y sorprendentes.
Los bebés de alta demanda son, en realidad, la mayoría. Casi todos los pequeños son muy demandantes en algún aspecto. Sin embargo, ese nombre se reserva para los niños pequeños que necesitan con mayor frecuencia e intensidad la ayuda de los adultos.
Algunos pediatras piensan que en lugar de llamarlos así, debería hablarse de bebés con elevadas necesidades. Lo cierto es que esto corresponde a los pequeños que reclaman con más insistencia el apoyo de quienes los cuidan.
Es importante tener claro que los bebés de alta demanda no tienen ninguna anomalía y que esta condición tampoco supone una enfermedad. Solo tiene que ver con unos rasgos específicos que exigen un poco más de dedicación por parte de los padres.
¿Qué son los bebés de alta demanda?
Los bebés de alta demanda son una categoría acuñada por el pediatra estadounidense William Sears. Él notó que su cuarta hija exigía más atención si se le comparaba con sus hermanos. Lloraba con más facilidad al soltarla y solo se calmaba cuando estaba cerca del pecho de su madre.
En general, esta expresión define a los bebés que necesitan más afecto, contacto y apego. Manifiestan esa necesidad como lo hace todo bebé: llorando. Esta es una característica que puede desconcertar a los padres, pero que en realidad no debe ser motivo de preocupación.
Los bebés de alta demanda tienen una personalidad diferente a la de otros bebés; eso es todo. Exigen más dedicación de los padres porque son más sensibles de lo usual y perciben su entorno con más vivacidad. Estos pequeños tienen necesidades afectivas más intensas.
Características de los bebés de alta demanda
Según el doctor William Sears, los bebés de alta demanda tienen 12 características que los definen. Es posible que no todos los pequeños de esta categoría cumplan con estos rasgos, pero sí con la mayoría.
1. Intensos
Los bebés de alta demanda ponen mucha más energía en todo lo que hacen. Lloran de forma desgarradora, ríen sin control, comen con voracidad. Para ellos no existen los puntos medios.
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2. Hiperactivos
En este caso no se habla de un trastorno, sino de una forma de ser. Estos bebés son bastante activos y necesitan muchos estímulos de su entorno. Son curiosos y siempre están dispuestos a experimentar lo nuevo.
3. Absorbentes
Los bebés de alta demanda siempre están requiriendo a sus padres. Buscan atención, caricias, palabras, comida, juego y todo lo que se les pueda ocurrir. Los adultos pueden llegar a pensar que estar con ellos es agotador.
4. Mayor necesidad de alimentación
Estos bebés piden leche materna con más frecuencia que otros. No siempre tienen apetito, sino que buscan el pecho porque esto les brinda confort y seguridad. La succión les hace sentir cómodos y tranquilos. Su lactancia dura más y tienen un destete lento.
5. Exigentes
Los bebés de alta demanda no tienen paciencia. Si quieren algo, esperan que se lo den ahora mismo y no más tarde. Insisten de manera muy evidente en que se les proporcione lo que piden. Los padres llegan a tener la sensación de que nunca es demasiado rápido ni suficiente para ellos.
6. Despertares múltiples
Estos bebés tienen un sueño más ligero y despiertan con facilidad. Abren los ojos en cuanto escuchan algún pequeño ruido o sienten una mínima incomodidad. Es habitual que solo logren dormirse si están en brazos de los padres. En general, necesitan menos horas de sueño y despiertan con más frecuencia.
7. Insatisfacción
Estos pequeños siempre quieren más. No importa qué tanto se esfuercen sus padres por complacerlos, ellos van a pedir algo adicional. También, como ya lo habíamos anotado, quieren todo de inmediato. Esto puede ser frustrante para los padres, que no comprenden qué más deben hacer para que se sientan bien.
8. Son impredecibles
A estos bebés les fascina la novedad. No se adaptan con facilidad a ninguna rutina. Si algo les gustaba ayer, es posible que ya no les interese hoy. Buscan variedad, descubrimiento y nuevas experiencias. Los hábitos estrictos no son su fuerte.
9. Hipersensibles
Estos pequeños se sobresaltan con mucha facilidad. Son impresionables y están muy atentos a todo lo que ocurre en su entorno. Así mismo, prestan mucha atención a las emociones de los demás, lo que los hace muy empáticos.
10. Necesitan contacto continuo
Este es uno de los rasgos más característicos de los bebés de alta demanda. Necesitan tener contacto físico continuo con sus padres o con quienes los cuidan. Desean permanecer en brazos todo el tiempo. Sin embargo, también exigen que quienes los cargan se muevan.
11. No se consuelan por sí mismos
La mayoría de los bebés no se consuelan por sí mismos, sino que demandan la atención de los adultos. Sin embargo, también la mayoría pueden quedarse un rato solos en su cuna o en su cochecito, sin que esto les cause problema. Los bebés de alta demanda no.
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12. Muy apegados
Este tipo de bebés tiene grandes problemas para separarse de su madre. Así mismo, no se apegan a otras personas con facilidad. Si los carga alguien que no conocen, lo más habitual es que lloren. Incluso cuando ya gatean quieren tener cerca a sus padres.
¿Qué se puede hacer con los bebés de alta demanda?
Es importante sobrellevar la situación con los bebés de alta demanda, aprendiendo a conocerlos y aceptándolos tal y como son. Lo mejor que pueden hacer los padres en estos casos es no culparse a sí mismos ni pretender cambiar a su pequeño.
Estos bebés necesitan ayuda para aprender a tolerar la frustración. Esto no se logra utilizando expresiones negativas como “ya no puedo más” o “esto es insoportable”. Se requiere de mucha paciencia.
Podría ser de gran ayuda seguir estos consejos:
- Utilizar el porteo: algún dispositivo para mantenerlos cargados, sin que esto limite o agobie a los padres.
- Cuidar la sensibilidad de su piel: los tejidos que usen deben ser suaves y ligeros. Tienen un tacto muy desarrollado y se molestan cuando los textiles no son cómodos.
- Tener precauciones con el lenguaje: son muy sensibles a las palabras, a los comentarios y a los rechazos.
- Fortalecer su autonomía: estos bebés aprenden rápido y les gusta. Si se estimulan de la forma adecuada, explorarán por sí solos.
- Buscar orientación: si la situación resulta muy agobiante para los padres, lo más indicado es que busquen la asesoría de un psicólogo infantil o del pediatra.
Lo adecuado no es ceder a todos los requerimientos de los bebés de alta demanda. Si bien hay que tener especial cuidado y disponibilidad hacia ellos, esto no significa que se haga lo que ellos quieren.
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Se debe recordar que son niños normales. Más sensibles, activos y apegados, pero normales.